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El alcalde socialista de Palma hace fijos a 47 cargos de confianza colocados en la empresa de limpieza

Alcalde cargos confianza
El alcalde socialista de Palma, José Hila, con el presidente de la compañía municipal Emaya, Ramon Perpinyà.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El alcalde socialista de Palma, José Hila, ha convertido en fijos a 47 cargos de confianza de la empresa municipal de limpieza (Emaya) que han sido colocados a dedo a lo largo de las dos legislaturas que lleva al frente de la Alcaldía y que ocupaban plazas de libre designación y revocación, tal y como, reconoce el acuerdo aprobado por la dirección de la compañía este pasado miércoles 19 de abril, en la que ha sido una de las últimas reuniones del actual consejo de administración antes de las elecciones municipales del 28 de mayo.

El concejal socialista de Medio Ambiente y presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, que no repetirá en la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de la capital balear, ha aprovechado el denominado proceso de estabilización derivado de la Ley 22/2021 de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en la ocupación pública, dirigido a personal interino, para dejar blindados al máximo número posible de cargos de confianza colocados a dedo a lo largo de estas dos legislaturas.

Si el pasado mes de marzo fueron doce los que pasaron a estabilizar su plaza, este mes de abril han sido casi medio centenar más, y no se descarta que la cifra crezca en mayo. Una decisión, además, que incumple de forma flagrante el convenio colectivo de Emaya, que especifica que todas las plazas desde jefe de sector en línea ascendente en el escalafón laboral (encargados, jefes de departamento o directores de área, etcétera) son cargos de confianza, de libre designación y de libre revocación.

En la mayor parte de los casos, pasarán a ser fijos y no podrán ser cesados por la nueva dirección de Emaya que surja de las elecciones municipales, los jefes de departamento, de servicio, ayudante de servicio, y prácticamente todas las plazas de «libre designación y revocación», como precisa el acuerdo.

Si hay cambio político tras los comicios municipales, el próximo gobierno a no ser que lleve el asunto a los tribunales y éstos le den la razón, no podrá cesar libremente como ha venido sucediendo históricamente a los cargos de confianza socialistas, que Perpinyà en una decisión insólita, está haciendo  fijos.

No tendrá, por tanto, manos libres la nueva dirección de una compañía municipal que en estas dos legislaturas ha cosechado un rotundo fracaso en materia de limpieza, siendo en estos momentos la capital balear, la quinta ciudad más sucia de España.

Y será esa cúpula de confianza socialista la que Perpinyà deje en herencia al próximo presidente de Emaya, que no podrá apenas maniobrar para colocar a su equipo en las jefaturas clave en materia de gestión de esta compañía municipal de en torno a 1.500 empleados, entre las áreas de limpieza y aguas. 

Y no es Emaya la única empresa municipal en la que esto está sucediendo. Baste recordar que el mes pasado, el director de comunicación del alcalde Hila, Pep Alcover, dimitió de su cargo al estar imputado en un presunto caso de corrupción, y ya está ocupando su plaza fija en la EMT de Palma que había logrado por este mismo sistema, semanas atrás.

También en el Govern balear la presidenta socialista, Francina Armengol, ha hecho lo propio. Sin ir más lejos, en el concurso de méritos del proceso de estabilización de 23 plazas de técnicos superiores, ha regalado la plaza de funcionarios a once altos cargos y directivos de la Conselleria de Salud sin tener tan siquiera éstos que pasar un examen, al darles la máxima puntuación por los ocho años que llevan ocupando sus plazas de libre designación.

Rectificación de Carles Juanes Sitjar

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